domingo, 27 de diciembre de 2009

Gracias sin gracias

Gracias:

- A Dios, por la vida, por la fe, y por las galletas de chocolate.
- A San Martín de Porres, por ser mi patroncito y protegerme.
- A Don Bosco, por darme una gran familia.
- A Maria Auxiliadora, por acogerme bajo su manto.
- A mi padre, por siempre negarme los permisos.
- A mi madre, por no creerme nada.
- A mi hermano, por creerme todo.
- A mi hermanita, por decir que soy su hermano.
- A mi tía Carmelinda, que siempre se acuerda de mí y me quiere como un hijo.
- A mi tío Jota, por la sabiduría que siempre comparte conmigo.
- A mi primo Luis, por la complicidad de lunas y demás.
- A mi tía Virginia, por la fuerza invisible que transporta.
- A mi tío Oscar, por los retos a pirigalla en cancha neutral.
- A Marcelo Florez, por ponerme siempre el hombro.
- A Iván Mendoza, por la ausencia que me hizo madurar.
- A Piero Rojas, por los buenos momentos y pichangas.
- A Rodrigo Laguna, porque siempre estás.
- A Diego Torrejón, por la confianza, las canciones y los sufrimientos siguiendo a la crema.
- A Martín Torrejón, por la alegría de ser amigos y las conversaciones a medio pelo.
- A Diego Chapilliquén, por ser tan serfer.
- A Alejandro Romaní, por ser mi inquilino.
- A Sergio Valencia, por ser mi compañero de cuarto y de vida.
- A Álvaro Culqui, por pensar en mí y considerarme importante.
- A Santiago Obando, por las reus que siempre vamos a extrañar.
- A Iván Várgas, por ser un ejemplo para mí.
- A Jorge Álvarez, por ser un extraordinario músico y ofrecerme su amistad.
- A Juan Dolores, por ser mi socioy compañero de libros.
- A Aaron Arrese, por las sonrisas que me hacía fabricar.
- A Eduardo Pérez, por las tardes en el taco y con el tío Bigote.
- A Luis Durán, por aguantarme siempre.
- A Bryan Padilla, por nunca olvidarse.
- A David Carpena, por las muchas enviciadas y las palabras compartidas.
- A Edison Guevara, por ser mi padrino.
- A Darío Valverde, por siempre desaparecer y aparecer de la nada.
- A Hugo Tapia, por la espontaneidad de los planes y las fallas sin querer.
- A Robert Rojas, por los comentarios filósoficamente distraídos.
- A Nicolás Valverde, por los consejos y los lapos con cariño.
- A Alex Tejada, por ser fiel a sí mismo y las chelas en el hueco con la gente.
- A Iván Millones, por ser tan esmerado y a la vez tan gay.
- A Gabriela Adrianzén, por ser una J.P que nunca olvidaré.
- A Elton Jhon Barrantes, por su hilarante nombre.
- A Fred Rohner, por los consejos vocacionales y las clases de criollismo.
- A Cristina Mazzeo, por ser argentina y enseñar Historia del Perú.
- A Úrsula Chirinos, por parecerse a Cecilia Valenzuela y hacerme leer lo que no debí.
- A José Carlos Huayhuaca, por ser una leyenda y por las películas inolvidables.
- A Alejandro Ortíz, por jalarme en Matemática1 y arruinarme más la vida.
- A Maria Claudia Loayza, por enseñarme lo que es una mujer valiente.
- A Anhyela Gonzáles, por odiarme infinitamente.
- A Gabriela Castro, por destrozarme el alma y quererme tanto.
- A Stephany Melgarejo Tello, por dejarme dormir en sus brazos y por visitarme una vez.
- A Stephany Melgarejo, por soportar siempre mi cara somnolienta.
- A Danae Briones, por la confianza que no merezco y por visitarme en su cumpleaños.
- A Angela Gonzáles, por prestarme libros y contar conmigo.
- A Gina Manchego, por enseñarme mucho y escucharme tanto.
- A Melissa Cervantes, por las clases compartidas y por acompañarme a ver Fuerza G.
- A Adriana López, por la compañía en los cambios de horas y por renegar de Rohner.
- A Selva Felix, por entenderme perfectamente y por las largas conversaciones.
- A Lesly Rojas, por la noción de la inocencia que impregnaste en mí.
- A Jaime Bayly, por escribir todos sus libros.
- A Julio Cortázar, por ser mi modelo a seguir y por ser inalcanzable.
- A Beto Ortíz, por ser condenadamente humilde y sincero.
- A Bryce Echenique, por Pepi Monkey.
- A el Warcraft, por ayudarme a jalar Mate1.
- A el Hip-Hop, por desvestirse ante mis ojos.
- A los Enemigos Intimos, por las noches de sonrisas.
- A Philip Butters, por ser tan agrio y veraz en El Especialista.
- A los libros, por dejarme vivir.
- A Naruto, por darme ganas de vivir una semana más para leer el siguiente manga.
- A todos los que me leen, porque a pesar de desperdiciar su tiempo conmigo me lo agradecen.

A todos gracias.

Y perdón a los que nombré, gracias por enterder la importancia que tenía para mí el hacerlo.

Los voy a extrañar.

Más aún a los que no nombré.


A...X..Z

domingo, 13 de diciembre de 2009

La cosa es simple



Mira, la cosa es un poco simple, no me gusta andar con rodeos asi que te lo digo así, mostrándome como nunca me has conocido... bueno, es verdad que me conoces muy poco... pero eso es lo de menos, mira, solo déjame colorearte un poco (a mi manera) cúan importante eres tú para mí.

Tengo que verte, no tengo las posibilidades para hacerlo pero lo necesito. Hay una cosita aquí adentro en esto que dicen que se llama corazón que no me deja tranquilo, me dice: Hoy es, hoy es. Y yo que no sé qué hacer y tú que ni lo sospechas tal vez. Ni sospechas que yo hago lo imposible para robar un inconsciente contacto con tu mirada distraída, que ando tras tu perfume como un loco sin saber por qué lo hago, que le pregunto a todo el mundo por ti aun sabiendo que es improbable que te conozcan. Y es que considero que no conocerte es un pecado y el no haberte visto nunca es no haber conocido el cielo. Así que hago lo imposible para verte porque nunca quiero dejar de contemplar el cielo.



Escucha un rato. Si me enmudezco cuando hablamos no es porque no sepa que decir, es porque tengo tanto que decirte que no sé cómo hacerlo. Y es entonces cuando prevalece el silencio sobre mí, porque toda la vida la he fastidiado cuando abro la boca y no quiero que esta vez vuelva a suceder. Te hablo, por eso, con el idioma de los ojos, porque esta mirada te puede decir todo lo que quieras y es el reflejo eterno de mis sentimientos, es la única forma de quererte en mi silencio soñador.


Me puedo escapar de mi casa, de mi cuarto, de mi cama, de mí mismo, pero no me puedo escapar de ti. Es muy difícil decir que voy a dejar de pensar en ti solo porque me lo voy a proponer, sería completamente falso admitir, además, que lo voy a intentar. Ya me di por vencido, ya me di por vencido por ti. No se me nota todavía pero falta poco, falta poco para que me veas babeando por ahí recitando tu nombre a los viejos vientos de esta ciudad. Pasaría por tu casa de noche y te cantaría una de Pedrito Suárez Vértiz: Cuéntame, cuéntame sobre tu vida. Cantaré feo porsupuesto, porque no lo sé hacer bien, y si me tiras una maceta yo la atrapo, le siembro una rosa y te la regalo.


Estoy caminando sólo, son las tres de la mañana y en la avenida San Germán se puede ver de todo: Un travesti pasa por mi costado, está acechando a un desafortunado borrachín. Pasa un hombre en moto y le dice: Homosexual! No creas que te lo vas a levantar!. Los policías están tomando unas cervezas en la esquina y alardean, revólver en mano, haciendo maniobras peligrosas . Luego viene un taxista y le pregunta al travesti cuánto es, se retiran los dos al rato. Mientras, un individuo baja de un hotel dos estrellas con una chica de apariencia infantil que baja la mirada al verme. Yo solo sé que esta ciudad nunca va a cambiar, que a pesar de todo esto que observo sigo caminando porque hay una esperanza, Niña, que tú me quieras siquiera un poquito de lo poco que se me puede querer.


Entonces yo soy algo invencible: Saludo al borrachín, amago futbolísticamente al travesti, hago oídos sordos al mundo exterior, esquivo con maestría las balas perdidas de los policías, cruzo la pista y los taxis no pasan, miro al individuo y lo noto avergonzado, camino quince cuadras y veinticinco pienso en ti.


Porque así de simple es, como te lo dije hacia el comienzo, quizás seas lo único importante que existe en mi vida. Más aún, eres mi motivo más desgarrador para escribir.


Dios me perdone por quererte.




N.