martes, 23 de febrero de 2010

Queriendo querer

Todos quieren.

Hermano quiere a su Fiorella.
Mamá quiere a su arroz con pollo.
Papá quiere a sus aviones.
Hermana quiere a su televisión.
Marcelo quiere a su Marina.
Iván quiere su familia.
Renato quiere a su fútbol.
Piero quiere a su Anapaula.
Diego quiere a su enamorada(que no me ha presentado).
Martín quiere a su L.
El "pollo" no quiere que lo agarren a cojinazos.
Sergio quiere a su arte.
Alejandro a quiere sus sueños.
Robert quiere a Leuzemia.
Nicolás quiere a su Mayita.
Pandita quiere a su peinado.
Felipe quiere a su revolución(y su chela).
Cristian quiere a sus planos.
Primo Luis quiere a su lomito en La Cocolisa (yo también).
Carlos quiere a su cigarrito.
Stefhany quiere a sus recuerdos.
Se. quiere a quien yo sé. (y aveces lo niega)
César quiere a sus poemas.
Santiago quiere a su batería.
Jorge quiere a su buen rock.
Oscar S. dice que no quiere a nadie (pero no sabe que yo sé que sí).
Gabriela quiere a sus amigos (¿seré su amigo?)
Nuria sabe lo que quiere.
Natalia quería viajar (ahora no sé donde estará).
Gina quiere a sus películas.
Joseph quiere a su atletismo (y a alguien más).
Paulette quiere a sus traversuras.
Adrián quiere a el equipo de nuestro amores.
Iván quiere a su Carmen.
Álvaro quiere a su póker.

Conclusión 1: Todos quieren.
Conclusión 2: No sé si quiero.
Conclusión 3: Querer debe ser fácil.
Conclusión 4: Me gustaría querer.
Conclusión 5: Quiero irme a la mierda.




A...Z...1.3.4

martes, 16 de febrero de 2010

Realidades adversas


¿Y si fuese mentira que aquello ocurrió? Mira que ya yo no sé qué es lo que la realidad propone y qué es lo que me está jugando. Mira que yo no sé querer y que yo creo que siempre lo supiste. Mira que poco a poco voy pensando que tal vez solo fuiste un mal sueño por domir con las manos en el corazón.

Me aferro a lo que sé, a lo que veo, a lo que siento, a lo que percibo y a lo que sigo. Me aferro a ti porque sé que tienes mucha más fuerza que yo y que me mantendrás en tu regazo mientras me dejas llorar como el niño que siempre seré para ti. Me aferro a ti porque tu recuerdo es ese pilar que me monitorea caprichosamente y me alienta a convertirme en algo que una vez te prometí: Alguien valiente e importante, sobre todo para ti. Estar a tu altura como amigo y como persona. Eso quiero.

No quiero que entiendas todas mis palabras, ni yo mismo las entiendo a veces. Solo quiero que sepas que algunas noches aún no puedo cerrar los ojos sin pensarte. Que maldigo las madrugadas solitarias en las que para dormirme evoco todas las experiencias infinitamente humanas que pasé contigo y que jamás debieron interrumpirse. Que me ahoga silenciosamente ese sentimiento nocivo de tu ausencia en mi pecho cuando me despierto derrepente y creo ver tu sombra al otro lado de mi cama diciéndome adiós.

El tiempo pasa muy rápido. Ayer lloraba por dibujos, hoy lloro por mujeres, más tarde lloraré por mis sueños. El reloj no perdona, hijo, el reloj no perdona, de nada vale que lo dejes sin pilas.

¿Sabes?, te agradezco por casi todo lo que soy ahora. Me conociste como un tipo oblicuamente sumergido en la animadversión, pero con esa sonrisa pillaraja y tus coqueteos disimuladamente inadvertidos, sacaste a relucir lo más imposible de mí. Pues claro que eres una gran mujer, eres la mejor que he conocido jamás.

La edad no interesa en estas cosas. Tú debes saberlo mucho más que yo. Lo físico y material me vale madre y por ello me he ganado varias enemistades, que de seguro no conoces, pero que te las hubiese presentado con mucho gusto y cariño si estubieses todavía a mi lado.

Hay oportunidades únicas en la vida, y sí que las hay. Me equivoqué conmigo mismo, me faltó hombría y me alejé de ti en un llanto interminable que no concluyo hasta hoy. Si es que en mi corazón guardo amor para algunas personas, ten por seguro que tu espacio siempre quedará intacto.

Y recuerda cuando alguna vez te decía: Mi lugar está en Trujillo, mi lugar está en Trujillo, mi lugar está en Trujillo...

Y te lo repetía como demente mientras te decía que me casaría allá.

Olvídalo todo, mujer, tú me conociste mejor que nadie.

Mi lugar está contigo, mi lugar está contigo...





M.C.L.M.




miércoles, 3 de febrero de 2010

Perspectivas decimales



Me tienes en la mira, ya sé que debería ser al revés pero, ¿Quién ha dicho en la vida qué es lo que debe ser y que es lo que no? Al diablo con todo esto, sé que no nacimos para morir por poco y menos para vivir por mucho. Estamos destinados a manipularnos extravagantemente sin necesidad de incentivos materiales, tan solo con el gran invento de vuestros ojos angelicales.

Estamos aquí, frente a frente, así como alguien hubiese querido predecirlo alguna vez. Es un encuentro mítico, que no quiero olvidar nunca, es un confrontamiento de dos generaciones, de dos mentes incompatiblemente amables que se unen de un momento a otro para provocar un derrumbe cataclísmico. Así somos nosotros, como dos mecheros encendiéndose sin final previsto, así somos, como dos meteoros que se miden sin chocar.

Te acercas y me parece oir tu respiración agitada. Has estado corriendo. Sé que vienes escapando de alguien o de algo. Sé que escapas de tu pasado. Sé que no escaparás de mí. Sé que no escaparemos de nadie.

Me señalas hacia el vacío. Apuntas hacia el futuro, tú piensas en grande: El mundo será nuestro, cobraremos la renta y viviremos de eso. Seremos millonarios.

Yo asiento con la cabeza, te otorgé la comandancia de mi vida quizás antes de que lo quisiera. Tan solo no te estrelles, sábes que no me gusta andar con cinturón de seguridad y que soy muy duro para pagar las multas.

Eres visionaria, para ti la vida es un gran negocio. Piensas, planeas, inviertes, lo consigues, lo tienes, lo pierdes, lo vuelves a invertir. Yo soy de vista corta, solo tengo ojos para ti (y para los chocolates).

Sé que serás una gran mujer, una gran amiga, una gran compañera, quizás la muy buena esposa de alguien. Yo seré quíen siempre te visite, el que te pida un préstamo diciendo que será la última vez, el que te prometerá que dejará la cerveza algún día, el que te jurará que alguna vez dejará su trabajo austero para dedicarse a algo que le dé un mayor beneficio económico. El infaltable acosador de las tardes de soledad frente a la costa verde. Ese seré yo.

Y no me digas que soy un espeso, porque ya lo sé. Solo dime cúantos días faltan, solo quiero saber eso.

Porque la espera me hará viejo pero más valiente, se requiere valentía para esperarte.

Espero que lo entiendas, espero que lo entiendas...




A.......Z...111.222.333